sábado, 28 de junio de 2008

Mi problema con el transporte público

Lo amo y lo odio, no puedo con él y lo necesito.

Me gusta el metro, me siento orgullosa de él, es barato, rápido, a veces, largo y bonito.
Odio a los vagoneros, me cagan, y más los que se hacen pasar por ciegos, odio cuando va atascado.

Los peseros, no los soporto, los asientos espantosos, te quieren ver la cara, la pinche musicota a todo lo que da....
Pero.

Hoy que iba de Xochimilco a Chabacano, obvio como ya me la sé, tomé pesero. Y para mi fortuna lo conducía un jóven imprudente y vivaz que manejó como campeón de fórmula uno, entonces hice media hora.

Tengo un trauma con eso, me chocan los peseros pero siempre que voy por tlalpan me gusta sentir que puede más contra el metro, osea, lo veo con odio y desearía que llegara a una estación y pum, valiera madres. Como en Londres o Madrid, oh Madrid. Y cuando voy en el metro viceversa. Las ganas de llegar rápido me enferman.

Pero lo que detesto de verdad es el tren ligero. Ese no lo tomo ni loca, aunque claro, es preferible a darle la pinche vuelta a Coapa y llegar en el doble de tiempo. Tarda millones de años en llegar, en irse y es tan pequeño!

Así que mientras el pesero rebasaba el tren ligero y luego el tren ligero al primero, estaba tan emocionada con la carrera.

Jah, Estúpido! ..... Mierda, vamos, vamos, alcanzalo! Yupiiii, ñañaña.

Cuando lo dejamos totalmente en el Estadio Azteca me sentí tan plena, eso es malo?

6 comentarios:

Kaleidoscopico dijo...

el transporte publico (o no) siempre es ineficaz. ojala un dia inventaramos el teletransporte.

o fueramos ermitaños

Cool Acid dijo...

pues ya comprate un coche...

Patrulla dijo...

Lo bueno de un blogero en el pesero, es que si va rápido, va a haber un post, y si va lento, también...waca waca.

¡Aunque la realidad es que ibamos como en una montaña rusa descompuesta del tercer mundo!

Chosty dijo...

En este país apesta...y eso que en DF no tanto...aunque acabo de regresar de LA y allá también apesta y feo!

Fire_tony dijo...

Acá en USA el "tren" cuesta dos dólares, por eso yo amo el metro.

Umar dijo...

Sí, así se está poniendo la cosa.

A mí me gustaría vivir por esas zonas por donde pasa el tren ligero. Me parece bonito el rumbo y el tren lo tomaría a diario con muchísimo gusto. La verdad este me empieza a gustar más que el metro porque, además de que no se va parando tanto como aquel, ahí -en el tren ligero- no se sube un wey o weya a venderte discos compactos con recopilaciones de revoltijos jaladísimos y que te obligan a escucharlos a través de su altavoz-mochila. Imaginar el daño auditivo que se causa a los usuarios en cada estación del metro todos los días del año.

Ja, recuerdo una ocasión en el metro cuando un rubio del tipo "al diablo con los protectores solares", sonreía burlonamente cada vez que yo me tapaba los oídos cuando se acercaba un sujeto con su altavoz-mochila. Luego en su inglés australiano un tanto ininteligible para mí, me sugirió que tuviera paciencia, que él entendía que esos vagoneros fueran como un "pain in the ass", pero que había que tener paciencia. Ja, que no dirá la gente que sólo está de paso por la ciudad y que no tiene que lidiar a diario con un sonidero ambulante en las entrañas del Sistema de Transporte Colectivo.

En fin.